Paseando...

Había tomado la decisión de recorrer un poco Forks ya que estaba prácticamente sola y no tenia ganas de quedarme sola en casa.

Podía caminar con mas velocidad pero no quería hacerlo quería disfrutar lo que había a mi alrededor, aunque no era la primera vez que paseaba por esos lugares, de pronto escuche un ruido que me distrajo de mis pensamientos así que decidí ver que era lo que pasaba, sonreí cuando vi a alguien.

Lo mire extrañada al notar su expresión era un joven, no era un joven humano podía darme cuenta inmediatamente, su rostro era demasiado perfecto para ser el de un simple humano, mire sus ojos que enseguida llamaron mi atención, el color de ellos era diferente, había escuchado muchos rumores de lo que era un vampiro, parecía que al fin tenia uno frente a mí, lo observe con detenimiento se miraba tenso, fruncí el ceño yo no quería pelear si el quería hacerlo pues se llevaría una decepción porque simplemente huiría no tenia tiempo ni animo para tonterías como esas.

Le sonreí para ver si con eso se calmaba pero no pude darme cuenta si había respondido o no, mis pies se movieron solos y se acercaron a él, ahora que estaba mas cerca podía notar la belleza de su piel, era perfecto demasiado perfecto para mi gusto.

Me pase la mano por el cabello de forma distraída, le volví a sonreír y le dije:
-Hola- mi voz se escucho un poco temblorosa pero no me importo ensanche mi sonrisa para que notara que yo no tenía ninguna intención de comenzar a pelear.

Lo observe con mas detenimiento al ver que poco a poco se relajaba pero no por completo, de pronto note que su mano brillaba, no había duda tenía ante mi a un vampiro había escuchado tanto de ellos pero no pensé que algún día tendría uno frente a mí, ni mucho menos que estaría a solas con él sabía que realmente no corría ningún peligro pero no me gustaba del todo la idea de estar a solas con uno, pero parecía que no pensaba hacerme daño.

Al escuchar su voz cuando me saludo, sonreí su voz era hermosa y no lo podía negar hacia armonía con su rostro y su cuerpo, alguien tan perfecto tenia que tener una voz así.

Tenia mucha curiosidad pero no quería parecer grosera ni que se sintiera incomodo no paso desapercibido para mi que escondió su mano, era lógico que escondiera lo que era yo también lo hacia.

-¿Cual es tu nombre?- le pregunte sonriendole para darle confianza y relajarme yo también ya estaba claro que ninguno de los dos pensabamos atacar al otro.

Lo escuche con atención, escuche nuevamente su voz hermosa era como si no te cansaras de ella jamas.

-Mi nombre es Naya Scott- respondí sonriendole y mirandolo a los ojos, notaba que el no se sentía muy cómodo en mi presencia pero yo no quería que el se sintiera así yo quería poder llevarme bien con el, porque tenia la sensación de que era una buena persona solo esperaba no equivocarme con esto ya que estaba a solas con el.

Me senté en el piso sin previo aviso para que el notara que yo no tenia ninguna intención de comenzar una pelea con el, pero enseguida me di cuenta de lo que había hecho, me había movido con mayor rapidez de lo que lo hacia un humano, me maldije mentalmente pero aun así le sonreí, ya no había vuelta atrás acababa de mostrarle que yo tampoco era un humano común y corriente estábamos a mano.