Boom |Libre|

Se apoyaba contra el largo muro de concreto. Estaba nerviosa, claro que sí. Nunca había conocido a nadie como ella. Bien, aun no le conocía del todo, pero lo había visto. Sí, esos extraños colores en sus palmas no podían ser cualquier cosa, algo natural.
Sacó una diminuta pluma de su bolsillo y se concentó con fuerza para poder ordenarle algo. Dejó el objeto en el suelo y se escondió un poco más atrás, enfocándose en el bolígrafo. Lo observó rodar tras el muchacho y colocarse justo a su lado. Cualquier cosa que dijese el joven, podría servirle a ella. Quería enterarse, y de todo. De acuclilló y permaneció en silencio, viviendo a travéz del objeto.

No escuchó caminar y sus brazos comenzaron a temblarle. Rompió total conexión con su bolígrafo e iba a incorporarse cuando lo vio de pie frente a ella, atemorizante.
Elena se paralizó ante el tono de voz, la mirada y la pregunta del chico. Todo mezclado, más su atractivo, lo volvían en parte irresistible. Dudó unos segundos para contestar y finalmente tragó saliva y se levantó, tratando de parecer un poco valiente.
-Supongo que alguien parecída a tí-respondió sin muchos rodeos, pero con la voz algo débil por el temor. Jugueteó con sus dedos y trató de evitarle la mirada, temerosa de que de un momento a otro le fuese a dar la paliza de su vida.